Gastronomía y arte de lujo: GUIXERES

Hoy os traigo un post muy especial. Anoche Carolina y yo tuvimos el placer y la suerte de cenar en el escaparate de Guixeres (Cirilo Amorós, 24) invitadas por Josep y Jose de Nil Comunicación. Como ya voy diciendo en mi titular: un verdadero lujo.

Voy a contar paso por paso, no solo las delicias de las que disfrutamos, con los chefs valencianos con más estrellas Michelín, sino las delicias que se encontraban dentro de la tienda, la mayoría verdaderas reliquias y únicas en su especie. El local en sí mismo ya era una obra de arte, pero todo lo que nos rodeaba era increíble. Estas son las imágenes de las joyitas más impresionantes que allí lucían sus escaparates.

Aquí cenamos Carol y yo en el escaparate

Una pieza Lladró única y moderna

Una mesa hecha de globos

Sillón VOGUE 

En cuanto al menú, muy amablemente atendidas por Ana saboreamos las tapas más selectas traidas de los mejores rincones de valencia. En primer lugar, una ensalada de algas del restaurante Vuelve Carolina de Quique Dacosta. Muy jugosa y refrescante,  y que sorprendía con el toque crujiente del sésamo.

A continuación el souflé de patatas y huevo, también de Quique Dacosta pero en este caso de Mercat Bar, que, literalmente fue una explosión de sabor en la boca, porque había que comerlo de un solo bocado ya que todo salía disparado. 

Después nos sirvieron una ensaladilla de bonito con una mini hamburguesa de Vicente Patiño y su restaurante Óleo. La reconstrucción de un sabor tradicional de una forma sutil e innovadora, concentrados en un pequeño pero delicioso bocado.

Más tarde fue el papel de presa, también de Vuelve Carolina, con todo el sabor en finisimos pedazos de carne marinada en su punto.

Luego fue la mojama con mahonesa de almendras, de Bernd H. Knöller de Riff, donde el contraste entre el punto dulce de las almendras y el intenso salado de la mojama, creaban un curioso sabor.

A esto le siguió una refrescante ostra con limón, del restaurante Rías Gallegas, que realmente parecía transportarte a las mismisimas rías, con todo el sabor del mar. 

En un recipiente hermético nos servían el capuccino de tomates secos y queso de almendrijar directamente del restaurante Arrop, del chef Ricard Camarena. Según probabas la espuma de tomates llegabas al queso con su fuerte sabor. 

La comida no paraba de salir, de hecho, estuvimos tres horas de reloj entre charla y charla y planes de negocio. Entonces llegó el montadito de steak de Ricardo Gadea, del restaurante Askua. Yo personalmente, soy fan del steak tartare y lo he probado en bastantes sitios, y sinceramente me sorprendió muchísimo, pues no estaba del todo unificado, sino que más bien se combinaba con trozos más grandes y enteros y el sabor era bien diferente y delicioso.

Por último, los postres de Paco Roig: un macaron enorme de chocolate blanco, que era dulce en su perfecta medida, pues no era pesado en absoluto y yo que soy fan de este tipo de chocolate lo disfruté como una niña. Y para terminar un mousse de chocolate con brownie. Creo que poco hay que decir, porque estaba sencillamente sublime y refrescante después de una cena tan tranquila y agradable.

Todo ello con el mejor cava y la mejor cerveza.

Pero la cosa no terminó ahí. Después de esa fantástica cena, Josep y el propio Julio Guixeres nos enseñaron todos los rincones de la tienda y sus secretos mejor guardados. Paso a paso nos mostraron cosas que muy poca gente ha visto. Sinceramente os recomiendo a todos visitarla, porque es como estar en un museo y todas sus piezas lo valen. Hay obras de arte sencillamente increíbles y nunca vistas. 

También conocimos a Isabel, la hija de Julio, que nos hizo la cena mucho más divertida.

Además, si os habéis quedado con hambre aún os podéis pasar por allí entre semana, y por 10 euros la bebida y las dos primeras tapas, y 3 euros cada tapa a partir de entonces, podrás degustar la mejor cocina de valencia en un solo local. Una oportunidad única. 

Finalmente quería añadir que estoy verdaderamente agradecida a Josep, a Jose y a Julio por todas las atenciones y el cariño con el que nos han tratado, porque Carol y yo salimos contentísimas de allí, como en una nube por todo lo que habíamos vivido. Yo después fui a disfrutar de las decoraciones navideñas de la plaza del ayuntamiento para rematar lo que había sido una noche perfecta. 

Supongo que después de este post a muchos os habrá entrado el hambre... Qué os ha parecido?

Recordad que mañana toca sorteo!!! Besos y mil gracias por leer!!!

A.
Todas las imágenes son propias.